Una potente y conmovedora historia de autoaceptación que llegará a cualquier persona creyente y no creyente.
Las personas somos complejas, y nuestros probleamas también, mientras unos sufren por ser su mejor versión, otros sufren por pensar ser deamasiado para los demás, cada uno vive distintas situaciones, y el concepto de Dios no libera desde adentro.
Kate Standorf le canta a Dios y se puede sentir desde el minuto 00:28, cuando entra toda la fuerza del coro, es de ameritarse la gran calidad en la producción musical de la pieza.
La presión por no ser suficiente, o de no ser perfecto conlleva a un dolor que se va guardando todos los días hasta que no puedes más, recurres a la ayuda. Ya sea psicológica o en la religión , la autora al final se da cuenta que todo eso no existe, somos seres humanos imperfectos y encontramos paz y amor en eso, en la gracia de saberse así. ¿ Y tu pasas por procesos similares? Te leo.


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