Cuando escuché “You” por primera vez, no estaba esperando nada especial. Confieso que me dije “este es otro tema de rock alternativo”. Pero, al igual que confieso una cosa, debo confesar la otra: El tema me sorprendió grandemente, y para bien. No, You no es un tema de rock alternativo del montón. Hoy quiero presentarte adecuadamente esta canción, y explicarte los motivos por los que me parece especial. Claro que, a la hora de formarte tu propia opinión, la escucharás y vivirás la experiencia por tu cuenta. Pero ahorita, permíteme contarte cómo me fue a mi.
El tema dura 3 minutos, 42 segundos, tiempo que fue más que suficiente para cautivarme, con su solemne intensidad y depurada estética. El ambiente en el que se desarrolla la canción es el de un rompimiento amoroso estrepitoso, de esos cargados de conflicto, heridas, traición. Una separación a la mala, como diríamos. Como siempre ocurre en este tipo de situaciones, hay un victimario y una víctima, siendo esta última la voz activa, el personaje que narra en primera persona esta historia desgarradora que da vida a “You”.
El certero rejuego entre música, letra y voz, logró trasladarme y colocarme en el lugar de esta persona abandonada, a quien se le quitó de un solo tajo la razón de su existencia, cuando el objeto de su amor se apartó de su lado.
Canciones de desamor hay miles, millones. La historia de la música está llena, sobresaturada diría yo, de voces entonando estridentes lamentos, de estribillos llenos de autocompasión, amargas coplas, y rimas que destilan resentimiento y deseos de venganza, todas por una misma causa: la maldita rata traicionera que jugó con sus corazoncitos enamorados. Hasta infantil llegan a lucir, de tan manido que está el tema. “You”, sin embargo, es capaz de abordar el mismo tópico sin caer en la vieja y gastada letanía de todos los tiempos. Ni siquiera necesita contar la historia con lujo de detalles. A la larga, no llegué a enterarme de los motivos del rompimiento, de cuántas noches se ausentó del hogar, o cuántos amantes tuvo antes de irse definitivamente. Ni falta que hace, porque el centro de este tema no es saberse el chisme, sino llegar a ser solidario con el dolor, con el estropicio que dejó detrás suyo el victimario al partir, ese victimario que solo se señala como you. Creo que todos conocemos a un you, que tal vez nos hirió y fuimos la víctima, o tal vez you hemos sido nosotros alguna vez en la vida.
“You” expresa un dolor verdadero, profundo, preocupante como una dolencia que crece escondida, minándolo todo en secreto, preparándose para robarse la salud y la vida. Un dolor que es además innecesario, como se deja ver en el verso que reza “no deberías haberte ido como lo hiciste”, habla de una estocada lanzada cuando ya el contrario estaba fuera de combate.
You es una canción seria, adulta, tanto musical como líricamente. Desde el inicio del tema me percaté de un detalle muy importante: Fue concebido para que el estrellato lo tuviera el contenido, el mensaje, y no la banda sonora. Es por eso que no hay arreglos sofisticados, ni derroche de energía en lo vocal, ni en lo instrumental. La guitarra eléctrica es básicamente la que soporta el peso, y su ejecución es simple, sobre un arpegio cíclico que hace las veces de una plegaria elevada al cielo con reiteración. No hay crescendo ni clímax, el tema se desenvuelve como un río manso, cuyas aguas nunca se violentan, pero llevan un alto contenido de significado disuelto en su caudal.
El tema fue compuesto sobre una base minimalista, y clama por ganar tu comprensión y tu empatía, no tu aplauso. Los aplausos sin embargo, aunque no los esté buscando se los lleva, porque se trata sin dudas de una creación digna de admirar.
Hablemos de la voz: Así como en otros temas ha quedado demostrado (citemos “Footscray” como ejemplo), la voz de Jason McKee juega un papel fundamentalísimo. En “You”, McKee hace gala de su inigualable habilidad para abrir corazones a punta de voz. Su interpretación reblandece corazas y penetra blindajes, sin usar la violencia, sin siquiera elevarse innecesariamente. Este artista es dueño de una voz tan auténtica, que es capaz de hacerte sentir todo lo que él quiera transmitir, con apenas un susurro, sin recurrir a grandes artilugios vocales. El desempeño de su voz me convenció fácilmente de que el dolor expresado es verdadero y no fingido, es propio, y no prestado.
Creo que guardaré esta canción y la tendré a mano para momentos en que me quiera vencer la tristeza o el desánimo, porque es un tema que siempre me recordará que hay dolores más crueles que el mío, y que sea lo que sea que me esté sucediendo, siempre hay alguien a quien se la han hecho peor. No para reconfortarme en la desgracia ajena, sino para fortalecerme y no dejarme dominar por la auto compasión.


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